La utilización de placas antibalas se ha vuelto cada vez más frecuente en las aplicaciones modernas de seguridad y defensa.Su eficacia para detener proyectiles de alta velocidad los ha hecho indispensables en entornos hostiles y escenarios de combate.Además, su versatilidad se extiende más allá de la protección personal, ya que las placas antibalas se pueden incorporar a vehículos, edificios y otras estructuras para fortalecer su resistencia contra los ataques balísticos.A medida que la tecnología continúa evolucionando, los esfuerzos continuos de investigación y desarrollo tienen como objetivo mejorar el rendimiento y la eficiencia de las placas antibalas, garantizando la seguridad de las personas frente a las amenazas en evolución.